martes, 5 de octubre de 2010

LA HISTORIA SEGÚN... ADÁN

El arresto de Eloi Cole
Este relato parece uno más del género de Ciencia Ficción que tanto se han realizado, aún por conocidos autores. Pero este relato tiene una característica única...  es real.
El caso es que para Eloi Cole, quién es o fue un “viajero del futuro”, todo este asunto le resultó un “paquete” con el que debería lidiar, porque viajar al pasado era cosa reciente y esta vez, muy necesaria, según sus superiores del Ministerio de Custodia Planetaria. Por eso le encomendaron la misión que comenzó cuando el Sr. Cole “estiró” un sistema de coordenadas, en un grupo de supercuerdas apropiado y que ya había utilizado algunas veces para viajar al pasado buscando su cerveza favorita, descontinuada a partir del 2054. Su misión era sencilla y ni Arnold Swarzenneger podría haberlo hecho mejor. Debía penetrar en un lugar conocido ahora como LCH, ubicado en Suiza y sabotear el proyecto que allí se realiza para encontrar cierta partícula llamada “Bosón de Hicks” mediante la aceleración de partículas, cómo los hadrones. Nuestro espía del futuro, quizás poco alerta de la seguridad en estos años, fue interrumpido cuando se abalanzaba sobre el Gran Colisionador de Hadrones y arrestado como cualquier pendenciero en un fin de semana agitado. Vean la noticia:
En un caso simulado ya en varios guiones cinematográficos, en donde un personaje del futuro viaja a nuestro presente para sofocar un suceso o artefacto que terminará por destruir al planeta, se ha reportado el arresto de Eloi Cole, un hombre que clama venir del futuro para salvar a la humanidad. Su misión es clara, sabotear el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) para evitar la eventual destrucción del mundo.”
Recientemente el LHC ocupó las primeras páginas de las noticias mundiales, tras lograr la colisión de partículas a una velocidad record. Eloi Cole fue detenido mientras intentaba sabotear parte del proceso del LHC. Al
ser cuestionado, en primera instancia reveló que buscaba combustible para operar su máquina del tiempo. Posteriormente confesó su misión de parar las labores del LHC y así prevenir la futura destrucción
planetaria”-
-Pero la historia continúa. Cole fue arrestado y trasladado a un hospital mental en Ginebra. Sin embargo, a las pocas horas de haber sido ingresado se desvaneció misteriosamente sin dejar rastro alguno, lo cual ha desconcertado profundamente a las autoridades. Quizás su historia tenía algo de verdadera, después de todo y ya estaríamos a salvo de nuestro Máximo Acelerador de Hadrones-
-“El Gran Colisionador de Hadrones (crisol de la conciencia tecnofuturista), considerado como la maquina más costosa y más potente creada jamás por el ser humano, tiene el fin de recrear las condiciones originales en las que nuestro universo fue creado para revelar algunos de los enigmas milenarios que han motivado siglos de trabajo científico y reflexión. Sin embargo, hay quienes aseguran que quizá la psique colectiva, incluso de los más avanzados investigadores, aún no está preparada para recibir algunas de las respuestas que el LHC tiene para nosotros. Ello nos recuerda a la ecuación evolucionista de los ensayos sobre neuropolítica del Dr. Tim Leary, en los que se plantea la extensión indefinida de la vida humana como máxima meta de la ciencia, pero para ello hacen falta dos requisitos indispensables: la migración espacial en busca de expandir nuestro habitat y, en especial, la elevación de la conciencia-inteligencia del ser humano para ser capaz de acceder a estos nuevos portales de la evolución.”
Anteriormente ya se había planteado la posibilidad de intentos futuristas de sabotaje al Gran Colisionador de Hadrones, como una posible explicación a la sistemática mala suerte que ha tenido el proyecto a lo largo de sus dos años de vida.”
Y ahora les digo que ni el viejo Arnold en sus versiones de Terminator, ni los científicos de “Cazador de Dinosaurios (Sound of Thunder)” responsables de provocar varias réplicas en una interminable paradoja temporal, con el salto evolucionista que convierte mandriles en monstruos y otros accidentes necesarios para entretener a los espectadores, lograron un efecto tan convincente. Quizás lo que se busca es el exorcismo a las ideas populares en el sentido trágico, que este experimento terminaría mal y los asesores de siempre inventaron esta historia... o realmente un viajero del futuro, al mejor estilo de Kaspar Hauser, nos hizo el honor de visitarnos y no fuimos capaces de corresponderle... todavía. 
 
Por Eduardo Leira.

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