viernes, 30 de abril de 2010
POESIA LIBRE
Ella era de hueso
Cuando dormía
se le veían los sueños
bailando dentro de su cabeza.
Tan transparente era.
Y tan tierna
que los cabritos del monte
venían a mordisquear sus pies.
Vivía en un ruca de caña y mantas
y desayunaba con agua fresca.
Cantaba
y sus notas eran de manzanas
de lunas y de botes
de vivos y de muertos
de amores y de días.
Y su voz era una rueda de carreta
libre colina abajo.
IAN WELDEN
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